Del vermú a la brasa pasando por los bocatas para continuar disfrutando del buen tiempo en el quiosco chill and Grill de Grupo Tándem
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El verano no acaba en La Milonga. Para comprobarlo solo tienes que abrir la aplicación del tiempo en tu móvil o levantar los ojos al cielo. Cielos despejados, ese sol que calienta pero no abrasa y los grados indicados para sentarte a tomar algo en la terraza sin morirte del calor ni del frío.
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Así que sí, no es una broma de mal gusto: la temporada estival continúa viva entre los árboles del Parque Pignatelli, concretamente sobre las mesas de La Milonga. Por eso, te proponemos algunos planes con un alo veraniego de esos a los que les pega terminar con un brindis de terraza. De esos versátiles, para todos los gustos: un vermut improvisado, una comida de brasas en familia, unos bocatas de cena con amigos y todo lo que puedas imaginar.
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Un poco de todo en La Milonga
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Te proponemos empezar el día rodeado de naturaleza dando un paseo por el canal hasta San Antonio de Padua, iglesia situada justo al lado del quiosco de La Milonga. Pero, ¿qué tiene de especial esta iglesia? Resulta que en ella encontrarás un Mausoleo Militar Italiano, propiedad del Gobierno de Italia.
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Y después de visitar un trozo de Italia sin salir de Zaragoza, el descanso es bien merecido. Por eso, el vermut en La Milonga va desde las croquetas cremosas de jamón que nunca fallan hasta los tacos de cochinillo. Para los que quieren algo ligero, las anchoas del cantábrico, empanadas o ensaladilla rusa.
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Aunque lo idóneo es dejar espacio para lo mejor, porque si algo tenemos claro es que los buenos vermuts siempre se alargan hasta la comida.
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Y aunque hay muchas más opciones, no hay quien se resista a la brasa: morcilla de burgos, mollejas “El Timo” de ternera a la brasa con ajoaceite, caracoles a la llauna con alioli tradicional o morloncho: una parrillada de morcilla, longaniza y chorizo.
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En otras ocasiones es necesario plantearle una buena excusa a tus amigos para conseguir verlos. Por eso, lo mejor es que les propongas alargar el verano con un terraceo de cañas en La Milonga, que, inevitablemente, entre risas y conversaciones, acaba en cena.
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Aquí entran en juego los bocatas de La Milonga, una opción rápida y sabrosa con opciones tan variadas que ni el rarito del grupo a la hora de comer se podrá echar atrás.
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Por ejemplo, entre ellos encontrarás el de Longaniza braseada, queso parmesano y pimiento verde asado, pero también de panceta a la brasa con queso, huevo y pan con tomate o el de secreto ibérico braseado con pimiento rojo asado. Para los amantes de las burgers, las hay como la Palermo con queso cheddar, bacon, cebolla morada y salsa barbacoa, o como La Boca y San Telmo.
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¿Para acabar? Cualquiera de los postres con especial mencion a la tarta de queso de la hostia y, como no podía ser de otra manera, unos matices que nos recuerden todavía más que aun queda verano en la Milonga: mini gin en el boliche.
