Mientras en la tienda de comida para llevar de Grupo Tándem ya tienen disponible para encargos un menú muy navideño, en La Milonga te esperan para disfrutar de estas fechas en un lugar tranquilo sin renunciar a un buen bocado.
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Luces encendidas, villancicos sonando… Y La Tradicional celebrando. Se acercan fechas de reuniones, de mucha gente en casa, y mucho tajo en la cocina. Y si algo está claro es que todos merecemos disfrutar de estos días de celebración sin tener que mancharnos las manos.
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Por eso, La Tradicional ha creado un menú navideño con su característica comida casera para llevar para que puedas disfrutarlo en casa en Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y Reyes.
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En él se puede elegir dos entrantes entre el hojaldre de setas silvestres al Oporto, cerdo en salsa de almendras con almejas y langostinos, canelón de carrilleras, foie y trufa con salsa de boletus y pimiento relleno de rape y langostinos al cava con crema de bogavante.
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Siguiendo con los segundos también reinan las opciones: codillo ibérico al vino tinto, jarrete guisado con alcachofas y pataticas, rodaballo al Orio de ajos tiernos y, cómo no, paletilla de ternasco con patatas panadera.
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Dos delicias cierran la lista: la tarta cremosa de queso y turrón como postre y la alegría de saber que vas a disfrutar de la mejor comida casera en Navidad sin tener que manchar la cocina.
Y por si prefieres salir de casa…
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Grupo Tándem se viste de Navidad en todos sus locales y no iba a ser menos en La Milonga, el quiosco de toda la vida de Parque Pignatelli que cuenta con un espacio interior climatizado para disfrutar de la naturaleza, pero resguardado del frío.
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La carta, con sus variadas opciones entre las que no puede faltar la brasa, es solo una de las alternativas que se sirven en sus mesas, pues cuenta con diferentes menús perfectos para saciar todos los gustos en las tan ansiadas cenas navideñas con familiares, amigos o compañeros de trabajo.
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Aperitivos, entrantes, carnes, pescados, postres, vino y mucho más reinan en tres menús variados que son la prueba de la esencia de La Milonga: un lugar tranquilo sin renunciar a un buen bocado.
