morrofino es la unión perfecta entre tradición e innovación gastronómica.
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Aquí, se ha tomado lo mejor de cada uno de los restaurantes del Grupo Tándem – un poco de Marengo, un toque de La Bocca y Nómada, una pizca de Nativo y un guiño a La Milonga – y se ha trasladado al norte de la ciudad.
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El resultado es un espacio único y acogedor, donde los comensales se sentirán como en casa. La decoración es un reflejo de esta esencia, combinando materiales nobles como la madera y los azulejos con toques industriales y sencillos. La iluminación crea diferentes ambientes, desde la barra vibrante hasta la sala trasera más íntima y reservada.
Pero morrofino no se queda ahí. La carta ofrece creaciones propias que prometen conquistar los paladares más exigentes, como la Ensaladilla rusa con Txangurro o el Croissant ibérico relleno de carrilleras al vino tinto. Y no podemos olvidar la Tortilla sibarita, un imprescindible que refleja la esencia de Morrofino: tradición con un punto canalla.
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Además, el homenaje a grandes figuras de la gastronomía también tiene cabida en este nuevo proyecto, como el Candolio de Carlos Ceperuelo o la Cabeza de cochinito, una humilde interpretación del plato estrella de Javi Estévez.
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Con capacidad para cerca de 100 comensales, morrofino ofrece una carta de vinos democrática y accesible, donde la garnacha de la provincia de Zaragoza vuelve a reinar junto con los blancos, top ventas en el grupo.
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morrofino es el nuevo «place to be» en el Actur, un espacio único que rinde homenaje a la trayectoria del Grupo Tándem y mira al futuro con propuestas innovadoras.
